Ninguna
crisis del capitalismo lo llevará a su fin
en
ausencia de una lucha de clases.
Martha Harnecker
─Se tiene información también que
a su vez esta persona pudo haber transferido a otra tercera persona el contrato
de la construcción. ─Manifestó el subprocurador Martín Robles en relación
al derrumbe en una construcción del hotel Tres Ríos. El accidente costó cinco
vidas de trabajadores y lesiones importantes en otros tres. Por lo demás -no es
novedad en Culiacán-, la obra no tenía permiso del Ayuntamiento, “sólo un
citatorio” que no se cumplió, de acuerdo a las declaraciones del presidente municipal,
Sergio Torres. Y que tampoco inclinó a la autoridad municipal a clausurar la
obra.
Puro outsourcing
(subcontratación de la mano de obra) y corrupción, es lo que está detrás de
este lamentable accidente. Son los dos elementos centrales que dibujan el
rostro del modelo económico, político, social y ambiental, llamado neoliberal.
Es cierto que la corrupción no fue parida por el neoliberalismo, pero se
convirtió en el horcón del medio del sistema; mientras el outsourcing
(tercerización en la contratación) sí es su hijo legítimo. La subcontratación
se abrió camino cuando el Estado mexicano se comprometió, ante los grandes
inversionistas extranjeros, a no permitir la formación de organismos sindicales
en las nuevas industrias.
No sólo hizo eso, se han lanzado
campañas de aniquilamiento de los sindicatos ya existentes. Y les ha dado
resultado: a principios de los ochenta del siglo pasado la densidad de los
trabajadores sindicalizados era de aproximadamente el 16 por ciento sobre la
población económicamente activa (PEA), ahora está por debajo del 10 por ciento.
Al disminuir la organización y la capacidad de negociación se impuso la caída
de salarios, el fin de las prestaciones y la libertad de los patrones para
contratar verbalmente (nada por escrito) o subcontratar a través de terceros en
condiciones indecentes, como lo califica la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
Los resultados para la desamparada clase
trabajadora están a la vista. No es una lamentable casualidad, es la realidad
que vive México. ¿Por qué señalamos que la corrupción es el horcón del medio?
Porque basta leer las declaraciones que dio el presidente municipal a los
medios, señalando que no había permisos para construir en el lugar del
accidente y saber que la obra llevaba dos meses, y que no fue clausurada, para
condenar los hechos y el vergonzoso papel de la autoridad municipal. ¿Qué
impidió que no se actuara a tiempo contra la constructora, cuándo los
inspectores son una jauría contra los pobres que construyen en las colonias?
Ese es el neoliberalismo. Toda la
tolerancia hacia el dinero y sus dueños, y el menosprecio hacia los pobres. Ni
equipo de seguridad portaban los trabajadores y tampoco le llamó la atención al
Ayuntamiento. El accidente se convierte en el espejo en que deben verse todos
los trabajadores. Ese es el futuro, en tanto menos del 10 por ciento de los que
viven de un salario estén sindicalizados. No habrá poder de negociación del
otro 90 por ciento (precariado lo llamaGuy Standing). La
esperanza es la observancia de los derechos humanos en esos seres desamparados,
pero también esa descansa en el respaldo que la sociedad organizada se permita
brindar en momentos como este.
En materia humanitaria, al menos tenemos
el consuelo que los familiares que reclaman la presentación de sus seres
queridos ausentes, han desplegado energías extraordinarias durante la semana
pasada y la presente. Tres sinaloenses participan ahora en la II Brigada
Nacional de Búsquedas en Veracruz, tienen mucho que aprender y enseñar. Y en
ese marco, las compañeras de El Rosario en su incansable búsqueda han tenido
ese doloroso logro de encontrar restos de una persona desparecida. Mientras que
esto sucede allá, este jueves habrá coincidencias en la acción por parte de
Voces Unidas por la Vida y familiares del norte de Sinaloa. Las primeras irán a
Los Mochis y juntos realizarán un plantón en la Secretaría de Seguridad Pública
Municipal, después una marcha por el centro de la ciudad y después visitarán la
Fiscalía Especializada en desapariciones forzadas del norte.
Con preocupación nos enteramos que al
instalarse la mesa de diálogo sobre el tema de educación el día de ayer, no
hubo el mejor ambiente y disposición para las coincidencias entre SEP y CNTE.
Creemos que si fue posible avanzar en materia política y seguramente se
caminará en materia social en la mesa del día 21, también lo será en materia de
educación. Hacemos votos para que el mea
culpa del presidente Enrique Peña Nieto toque positivamente al titular de
la SEP y se reanuden de inmediato diálogo y esfuerzos de entendimiento. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com