─La iniciativa, técnicamente lo
que se está presentando es solamente quitarle lo político a las cuentas.
─Dijo el diputado José Menchaca López, ansiando que no vaya a tener
tropiezo la propuesta de la Comisión de fiscalización, que pretende eliminar del
artículo 37 de la Constitución local la obligación de que las cuentas públicas
sean revisadas y aprobadas por el Pleno del Congreso del Estado. ─Que el
tema político se desaparezca, solamente el tema político, no hay ningún otro
cambio. ─Declaró a la prensa el angelito legislador.
Lo que está detrás de ello son las
cuentas públicas. Sí, esas que se le atoraron a la administración malovista y a varios municipios a principios de año. Todos
sabemos que están pendientes de aprobación el primer y segundo semestre de
2016, el último tramo del gobierno de Mario López Valdez. Ni la lamentable
situación que en materia de seguridad sufrimos (más que vivir), nos ha hecho
olvidar la escandalosa quiebra financiera en que dejaron al estado, cuyos
números oficiales rebasan con mucho los 14 mil millones de pesos.
¿Cómo olvidar esa deuda si la vamos a
pagar nosotros? Claro, de pasar el filtro del Pleno del Congreso del Estado. En
el intento inicial no pasó la cuenta del primer semestre, por más lucha que le
hicieron los legisladores que tienen compromisos con ese pasado inmediato. Y
sabiendo muy bien la mar de cuestionamientos que habrá sobre las cuentas del
primer y segundo semestre de 2016, el diputado José Menchaca, cinco de sus
compañeros de comisión y vaya usted a saber cuántos más, pretenden “resolver”
de manera autoritaria la aprobación de las futuras cuentas públicas. ¡Qué no
lleguen al Pleno! Pues el desaseo en el manejo de los dineros públicos está
presentando problemas en esa instancia.
¡Qué no lleguen al Pleno las cuentas
públicas! Es el grito de guerra de Menchaca y compañía, con el infinito
agradecimiento del gobernador y de 18 presidentes municipales. Tienen razón,
pues el párrafo siete del artículo 37 de la Constitución de Sinaloa, puede
meterles en un berenjenal. Diga usted si no: “En caso de que en la revisión de
una cuenta pública, se encuentren irregularidades o hechos que hagan presumir
la existencia de delitos, se denunciarán ante la Procuraduría General de
Justicia del Estado (hoy Fiscalía General)…”. Horror, pues de la Fiscalía ahora
se presume su autonomía y no vaya a creérsela.
Para los ciudadanos debe quedar bien
claro que el manejo de los dineros públicos es sagrado. Y que el recurso
principal para hacer efectiva la rendición de cuentas (que también es un
principio constitucional) es que el Pleno del Congreso, que representa la
soberanía del pueblo sea quien revise y apruebe, o suspenda en su caso, las
cuentas públicas. Si esto se remitiera a una o algunas comisiones, los malos
administradores públicos estarán de plácemes. Y el cinismo adquirirá el estatus
oficial en la vida pública de Sinaloa. No lo permitamos, el retroceso
legislativo nos llevaría a justo antes de 1917.
Mientras, periodistas y sectores de la
sociedad entran a una etapa de cierta tensión ante la ausencia de noticias
sobre avances del caso Javier Valdez. El miércoles, respondiendo tanto a las
inquietudes locales como en solidaridad con el periodismo oaxaqueño, por el
caso del homicidio del reportero Salvador Adame, clausuraron simbólicamente las
instalaciones de la Fiscalía General del Estado. Y la Comisión ciudadana de
seguimiento para el Caso Javier Valdez, saldrá a la calle a pegar calcas en
autos reclamando justicia y paz, y tendrá una audiencia con el fiscal para
exigir información del caso, sin olvidar el reclamo de que sea la Fiscalía de
Sinaloa quien investigue oficialmente el crimen, eliminando el actual manejo de
que también la federación investiga, sin que se sepa quien lleva las riendas de
la investigación.
Voces Unidas por la Vida, hace tiempo
había solicitado una jornada en que varias instancias federales y locales se
abocaran a convocar a familiares que no habían presentado denuncias sobre seres
queridos desaparecidos, asistieran para tomarse las pruebas genéticas que
permitieran actualizar y enriquecer el banco de datos
existente y acercar la posibilidad de reconocer como familiares a restos
humanos encontrados y de los que no existe identificación. Aplica para los que
se encuentren en el futuro. La semana del 26 al 30 de junio fue para esa
jornada. Hasta el día miércoles 28 se habían presentado 328 ciudadanos a la
toma de muestras: uno por cada caso prácticamente. Con los miedos que hay y
quizá fallas en la comunicación, los números nos hablan de una situación para reflexionar,
pues es muy grave que haya tantos casos de personas desaparecidas (son nuevos
casos).
Por todo ello la invitación a la
autoridad es que sumemos fuerzas para detener esta terrible situación que
vivimos en materia de seguridad (que alcanza el perfil de crisis humanitaria).
Encontrarán en nosotros aliados si desean componer las cosas en ese renglón. Y dejen
de lado la pretensión de modificar la Constitución local en aras de despejarle
el terreno legal a quienes hacen un mal ejercicio de las finanzas públicas.
Exijamos que la corrupción no se vuelva un mal oficialmente aceptado. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com