Con la discreción y sonrisa que siempre la distinguieron
ha partido la activista social
Mary Villagrana
La Recomendación ya está en manos de las
autoridades. La Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa ha
cumplido su función documentando la magnitud del problema de los desplazados,
sus necesidades y las tareas que el fenómeno impone a la autoridad y a la
sociedad, buscando la debida atención a las urgencias hoy y el posible regreso
a la normalidad en que se vivía antes de los desplazamientos.
Este tercer desplazamiento en masa de la década
replantea la atención que no se dio a la población víctima en las ocasiones
anteriores. Las diásporas masivas de 2011-12 y de 2015, sólo conocieron de los
desatinos del gobernador Mario López Valdez y del desdén de la autoridad
federal. No pocos niños perdieron al menos un ciclo escolar, sin que
mortificara la apacible vida de los funcionarios de la Secretaría de Educación
Pública y Cultura. Muchas familias, buscando resolver la necesidad de un techo
y empleo, anduvieron de la ceca a la meca, mientras los gobernantes dormían el
sueño de los justos.
El día 10 del presente, enviamos una medida
cautelar al secretario de educación pública, Enrique Villa Rivera, con el fin
de que no quedara un solo niño desplazado sin inscribirse en las escuelas
públicas. Hemos sustentado la propuesta con casos documentados entre las
familias desplazadas. La repuesta verbal del subsecretario de educación básica
fue que hay instrucciones para que así se haga. En nuestra visita de este
miércoles pasado nos informan que la maestra Carmen Martínez Saucedo,
funcionaria de Sepyc en Mazatlán les externó
que estaba esperando dichas instrucciones para actuar. Nos preguntamos, ¿había
órdenes y se desacataron o estas no se habían planteado?
Nos alegra que los compañeros activistas de
Mazatlán nos comunicaran su decisión para realizar una jornada de
solidaridad con los desplazados. Además de ayudar a visibilizar más el
problema, desean llevarles despensas, ropa, calzado y útiles escolares. Nos
invitan a que hagamos lo mismo en el centro y norte del estado.
Deseo hacer énfasis en algunas recomendaciones
centrales: los desplazamientos internos demandan la unificación de concepto y
criterios para su atención, dimensionar el problema, verlo con los mismos ojos,
vigilar la aplicación de los Principios Rectores de los Desplazamientos
Internos de la ONU y comenzar a hilvanar un plan de regreso de los desplazados
a sus lugares de origen.
Y en materia de desapariciones forzadas, otro
de los saldos que arroja la violencia en nuestro estado, vemos a las madres de
Voces Unidas por la Vida y a la CDDHS trabajar por tres fechas muy importantes
en estos días. Se realizarán eventos en el kiosko de
la Plazuela Obregón en las efemérides del 26 y el 30 de agosto, y también el
día 26 de septiembre.
El día 26 conmemoraremos el mes número 35 del
caso de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Se quiere iniciar los preparativos para la conmemoración del III aniversario de
la desaparición de los normalistas en septiembre. Vale la pena empujar con
mucho ánimo estas actividades que alimentan la memoria histórica y dan vida a
una conciencia colectiva sobre el problema de las desapariciones y de violación
a los derechos humanos en México.
El 30 de este mes se conmemorará el Día
internacional del detenido desaparecido. Voces Unidas por la Vida ha echado
andar la creatividad y nos tiene algunas propuestas, entre ellas la adopción de
una de las imponentes plantas de la Plazuela Obregón para denominarla Árbol de
la esperanza. Ya están corriendo los trámites ante el Ayuntamiento para que sea
aceptado como un gesto humanitario, pues busca acercar a los vecinos de esta
ciudad ante un dolor que es de todos. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com