La Montaña

UN V INFORME DE PENA

¿Qué mundo es éste que me toca cargar como un fardo?

 Julio Cortázar

Si un informe pinta el estado que vive la nación, debe tener dos lecturas. Una es lo que presume el presidente en alegres cifras de oropel y la otra es lo que calla. ¿Por qué decimos esto? Porque la situación que vive el país no se parece en nada a lo que dice el informe presidencial. No es que ahora haya un divorcio entre la dolorosa realidad y el discurso oficial, pues siempre han caminado de manera paralela.

El V Informe del presidente Enrique Peña también es un informe  que da pena. ¿Quién puede emocionarse y aplaudir la entrega de los recursos naturales del país? Pues eso se ha intensificado en el último año, mientras pretenden hacernos creer que por la magia de la privatización de la noche a la mañana se descubren reservas petroleras riquísimas. Ese registro existía y se exhibió ante las transnacionales como atractivo para la inversión privada. El señuelo para nosotros fue que el precio de los combustibles marcharía hacia la baja. La realidad son los gasolinazos y un persistente incremento hormiga.

De la vida económica de México, qué podemos decir. El número de pobres pobres no disminuyó, se ha incrementado en dos millones más. Dos razones poderosas se cierran como pinzas alrededor de los excluidos del desarrollo: la disminución del presupuesto en los renglones se subsidio a la pobreza, salud y educación, y la corrupción desenfrenada al interior del gobierno. El pago de la deuda ocupa un monto mayor que los tres renglones anteriores, lo que es política criminal: una fábrica de pobres, pues. Y el disminuido presupuesto para combatir la pobreza, tiene que resistir las dentelladas de los corruptos que lo vuelven más inofensivo ante el avance de la miseria y la desigualdad.

Mientras el peso navega en las fangosas aguas de quienes juegan al fortalecimiento del dólar y los intereses extranjeros, la inseguridad gana terreno de una manera muy peligrosa para la integridad del territorio nacional y para la misma gobernanza del país. La violencia, que es el rostro de esa inseguridad, se manifiesta dolorosamente en más de 80 mil homicidios, más de un cuarto de millón de desplazados y más de 27 mil desaparecidos, todos durante estos cinco años.

Las libertades que garantizan el ejercicio pleno del periodismo y de defensa de los derechos de los más vulnerables, han recibido de manera permanente los golpes demoledores de quienes ven sus intereses trastocados por esos derechos constitucionales. Esos golpes no terminaron con el homicidio de Javier Valdez y de la activista tamaulipeca Miriam Elizabeth Rodríguez. Apenas este martes 5 mataron en Guanajuato  al periodista Juan Carlos Hernández Ríos. Y la impunidad sigue invitando a no parar en esta terrible actividad depredadora.

La corriente de desplazados por la violencia no paró con el éxodo obligado de Concordia. Ahora ha tocado el turno al municipio de San Ignacio, sin que la autoridad federal y estatal atiendan las recomendaciones que desde el año 2012 hemos emitidos tanto la CEDH como la CDDHS. El medio hacer en la atención de este problema lo está volviendo un asunto que se profundiza, se complica aún más y como la situación colombiana toma cuerpo de solución muy difícil. El V Informe buscó rodear estos tópicos que ya no pueden ocultarse y menos prorrogar su atención seria.

El presidente presume la creación de más de 2 millones 839 mil empleos. El organismo patronal Coparmex no desmiente la cifra de empleos, pero precisa que es mérito de la iniciativa privada la inmensa mayoría de ellos. Sin entrar en la polémica de cuántos se han creado, dos cosas no pueden quedar ocultas respecto al empleo: la cantidad de personas desempleadas que deambulan por el país en busca de trabajo y la precariedad de los empleos creados: la inmensa mayoría no superan los tres salarios mínimos. Lo que asegura que la pobreza no pueda romper su círculo vicioso. Puros trabajos indecentes, dijera la Organización Internacional del Trabajo.

Quizá una cosa que pudiera alegrarnos el ojo, como dice mi madre, es ver que por encima de todas esas tragedias se avizora una salida democrática en la coyuntura electoral de 2018 y, con ello, la esperanza de que ante el mar de cosas desalentadoras se abra la puerta de un  trato más humano a dichos problemas y a los grupos de ciudadanos que gestionan su solución. Pero los sucesos del estado de México no alientan muchas esperanzas, tampoco el desempeño del Instituto Nacional Electoral, menos el monstruoso presupuesto acordado para el proceso electoral, por no mencionar el comportamiento de los partidos políticos.

Un asunto que se da en el marco del V Informe es la renegociación del Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá, atendido de nuestra parte en el peor momento por la debilidad y actitud colonialista del Estado mexicano. Baste ver como se busca la opacidad de las negociaciones y las respuestas pusilánimes que se emiten en asuntos que presionan dicha negociación como la terminación del llamado DACA, que busca expulsar de EU a los jóvenes latinos (la mayoría de ellos mexicanos). La defensa de sus derechos humanos no debe estar ni siquiera a discusión. Vale.

Profr. Oscar Loza Ochoa
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