Las
jornadas del I aniversario luctuoso de Javier Valdez tuvieron un rotundo éxito.
Ellas son también el marco en el que la Comisión de Defensa de los Derechos
Humanos en Sinaloa presentará su informe anual de labores. La presencia de
Carmen Aristegui; de JanJarab,
de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU; de Jan-Albert Hootsen, del Comité de
Protección a Periodistas de NY; de Marcela Turatti,
de Balbina Flores; Carmen Aída Guerra y una constelación de personalidades
nacionales y locales, habló de la calidad y contundencia del reclamo de
justicia para Javier.
Las
desapariciones forzadas serán un tema central de nuestro informe y las
protagonistas de las búsquedas de desaparecidos también llevaron su reclamo al
responso por el alma de Javier y a la marcha que llegó hasta la Fiscalía.
Tenían que hacer presencia, pues Javier puso en letra de molde sus desvelos,
sus sentimientos y el sentido de su lucha. Hasta tomaron la palabra para
ratificar que la demanda de justicia para Javier se funde con su dolorosa e
incansable lucha por la justicia propia. Las dos causas conforman el rumbo de
sus afanes y mortificaciones justicieras.
La
represión y persecución de periodistas es un vértice donde radica una de las
preocupaciones mayores de nuestra Comisión y será renglón primario en nuestro
informe. Y también el gremio de quienes cristalizan vocación y profesión en el
periodismo estaban allí. José Ángel Estrada, Adrián
López, Silber Meza, Claudia Beltrán, Marcos Vizcarra
y muchos otros marcharon desde Catedral hasta la Fiscalía.
Junto
al tema de los periodistas (en el que está Javier) vamos los defensores de
derechos humanos. Horas antes de la marcha, el mismo día 15 asesinaron a Juan
Carlos Huerta, periodista radiofónico de Tabasco y al activista Manuel Gaspar
Rodríguez en Puebla. El dolor nos hermana y demanda la conjunción de fuerzas
para defender derechos y oficio, porque sin esos esfuerzos no hay democracia ni
Estado de derecho. En esas jornadas estuvieron David Moreno (fundador de la
CDDHS), Enrique Díaz Terán y su servidor, activistas de derechos humanos.
Los
feminicidios, tragedia y vergüenza para nuestra
entidad, ocuparán un espacio importante del informe y
un lugar especial en nuestro corazón. Las jornadas por Javier Valdez recibieron
con beneplácito la presencia de las activistas en el tema. Marcharon Tere
Guerra e Iliana Padilla, mientras en la Argentina la maestra Dina Grijalva
participaba junto a la legendaria Stella Calloni en
una mesa redonda con el tema Javier Valdez.
Los
desplazados siguen siendo parte de nuestras mortificaciones, pues habiendo
perdido tierra, bienes materiales y jurídicos, no encuentran en el lugar de
residencia actual ni comprensión, mucho menos solidaridad de parte de la
autoridad. Sin aplicarse los Principios Rectores de los Desplazamientos
Internos de la ONU, tampoco hay un Plan mínimo que les permita sobrevivir con
dignidad y preparar su regreso a la tierra que perdieron. No estuvieron
oficialmente en los eventos del I aniversario luctuoso de Javier, pero los libros
del "Bato" que sostenía en ristre una de las emocionadas marchistas,
hablan de ellos y de su "vivir entre el miedo y la esperanza", como
dice la periodista Fernanda Magallanes.
Los
niños que inician con entusiasmo el ciclo escolar, soñando con ser ciudadanos
de provecho y patriotas, pero que las cuotas escolares, el ayuno cotidiano a
que obliga la pobreza extrema, la pérdida de
familiares cercanos por causa de la violencia, los lleva a la deserción de las
aulas y a la calle, donde son potencialmente reclutables
por el crimen organizado. Ellos estuvieron en las mentes de todos los que
asistimos a las jornadas de Javier. Ninguno de ellos pasó revista en la marcha,
pero algunas de su historias iban en las páginas de
"Los morros del narco" y "Huérfanos del narco", que la
activistas que marchaba a la vanguardia sostenía orgullosa por encima de su
cabeza.
Nos
preocupa la inseguridad y nuestro informe hará énfasis en el derecho ciudadano
a la paz y el respeto irrestricto al Estado de derecho, pues sin ellos no hay
gobernanza y el ejercicio de los derechos humanos es sólo una utopía. Fue sueño
de Javier y es parte de nuestros desvelos que haya paz y seguridad. Es
preocupación de todos que investigar hechos criminales no sea un asunto de alto
riesgo para los periodistas y que enterarnos de esas investigaciones sea un
derecho de la sociedad que nadie pueda poner en duda. El día que lo logremos
será el mejor homenaje a Javier y los más de 100 periodistas asesinados en el
país por ejercer el derecho a la libertad de expresión. Los esperamos en el
Informe anual de la CDDHS, será el lunes 21 de mayo a las 10 am en el Casino de
la Cultura. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com