SEGURIDAD CIUDADANA

El curso histórico no es fatalmente inevitable.

Enrique Semo

Por la importancia del Foro Participación y Seguridad Ciudadana a la que convocaron 18 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, comparto el mensaje que leí a nombre de los organizadores en la plenaria inaugural.

Vivimos una crisis humanitaria en materia de seguridad y derechos humanos. Y a pesar de ello, no falta quien se pregunte, ¿por qué organizar un Foro de Participación y Seguridad Ciudadana? Nosotros diremos, como abundan los yerros en la legislación reciente, en las políticas públicas y en el trabajo cotidiano de las corporaciones policiales y militares, que lejos de aliviar la situación de inseguridad la agravan, el conjunto de la sociedad ha llegado a la conclusión de Segismundo, el héroe de La vida es sueño: “En lo que no es justa ley/ no ha de obedecer al rey.” Porque perderíamos la dignidad humana de no protestar cuando se amenazan los derechos humanos. Y dimensionando toda la obra de Calderón de la Barca, diremos con Basilio, el rey: “Porque en el mundo, Clotaldo, todos los que viven sueñan.”

En breve y claro castellano, realizamos este Foro porque han fracasado las políticas públicas de seguridad. Y porque los costos sociales son la herida abierta más terrible que haya sufrido el país en los últimos cien años. Un cuarto de millón de vidas en los dos sexenios recientes, un millón y medio de desplazados y 40 mil desaparecidos en el mismo período, dibujan de manera diáfana la tragedia humanitaria que vivimos. Esos números no se corresponden a un verdadero Estado de derecho, son cifras de un país en guerra. Estos saldos nos convocan a escucharnos, a no descalificar ideas, conceptos ni propuestas.

Coincidimos en que todos los ciudadanos tenemos algo que decir en este campo. Garanticemos que las víctimas se expresen. Y que las voces que exigen justicia y paz, tengan el espacio necesario para su planteamiento de respeto a la vida por tirios y troyanos, es decir, por la autoridad y por los civiles que delinquen. De alguna manera, tres valores alcanzan vida propia en este Foro: respeto a la vida, justicia para todos los casos y paz con dignidad.

Nos preguntarán, y con razón, ¿para qué un Foro sobre participación y seguridad ciudadana? Y tendremos que reconocer junto a José Emilio Pacheco, que en no pocas ocasiones, “cerramos los ojos para suponer que el otro México desaparecía al no verlo.” ¿No trataron las autoridades de justificar las tragedias que pare la violencia, descalificando a las víctimas? Nosotros mismos contribuimos a ello,  diciendo, “por algo mataron o desaparecieron a esta persona, seguramente andaba mal”. Eso es cerrar los ojos para no ver el México en el que vivimos, como dice el autor de Las batallas en el desierto.

¿Para qué un Foro como este? Para abrir un espacio a la voz de las víctimas (que ni eso han tenido muchas de ellas). Porque estamos convencidos que escucharnos es una oportunidad de encuentro y coincidencias, una oportunidad de reflexión y de hilvanar juntos propuestas de solución al problema de la seguridad, desde el campo de las víctimas.

Este Foro también es para decir abierta y francamente que el Estado mexicano, atendiendo directrices dictadas desde Washington a través de la llamada Iniciativa Mérida, ha ignorado siempre el concepto de Seguridad ciudadana, planteado por el Sistema Interamericano, particularmente por la CIDH, el IIDH y la CorteIDH, que implica no la seguridad del Estado como prioridad, sino el bienestar de la ciudadanía y el respeto a sus derechos humanos. Por ese concepto vamos y por un verdadero Estado de derecho, compromiso ineludible del Estado mexicano. Enhorabuena. Vale.