Con el priísmo, la
historia de Culiacán en temporadas de lluvias está llena de tragedias. Mi
generación guarda memoria de algunas que el tiempo y la gravedad de otras no
han podido borrar. Ni debe empañar. A mediados de los años sesenta el
arroyo de la avenida Aquiles Serdán arrastró un VolksWagen
y con él a dos jovencitas, que perdieron la vida en esa ocasión. Pasaron más de
30 años para que se realizaran obras que mejoraron el manejo de las aguas
pluviales en ese sector.
Pero lo que llama poderosamente la atención, es
que la ciudad ha crecido en medio del desorden impuesto por fraccionadores,
invasiones de desplazados por la violencia o razones económicas y por una
autoridad que nunca estuvo a la altura de los requerimientos de una ciudad en
tránsito hacia una urbe. Los intereses particulares se han impuesto y los
costos en vidas humanas y en patrimonios de miles de familias, nos siguen
probando que no ha habido, hasta el día de hoy, poder que le dé un perfil más
humano a esta sufrida capital.
Ni las clases medias han escapado al desamparo
en que resulta de "planear" la ciudad al gusto y de acuerdo a los
intereses de faccionadores. Valle Alto, Villas del
Río y Musala, son sólo los más dramáticos ejemplos de
los dolores que dejan como herencia las aguas torrenciales que con cierta
frecuencia nos visitan. Los mapas de riesgo y la experiencia se estrellan en
las oficinas públicas que van el visto bueno para la creación de nuevos
fraccionamientos. Pueden más los intereses.
Y la ceguera no se detiene ni cuando se trata
de edificios públicos, como sucedió con el Congreso del Estado, donde el último
ciclón desapareció buena parte de nuestra memoria histórica al ahogar los
archivos que lograron eludir motines, asonadas militares, una revolución y
todos los conflictos sociales que vivimos durante siglo y medio. En otro orden
de cosas, el archivo de casi un siglo de historia de la Caades
también quedó hecho atole en las aguas de "Manuel", el terrible
ciclón. Allí perdimos los datos registrados de las plagas de 1936 y 1937 de
chapulines en Sinaloa. Y los resultados del apresurado proyecto de introducir
el cultivo del ajonjolí para atajar la plaga del chapulín maicero.
¿Qué pasará en el Culiacán de la nueva
administración municipal? El gobierno Quirino Ordaz plantea atender el viejo
problema de las grandes obras hidráulicas que demanda la ciudad, pero no hemos
escuchado una idea clara sobre el problema a Jesús Estrada Ferreiro, el alcalde
electo. Sus preocupaciones preadministrativas rondan
más en justificar porqué no debe haber equidad de
género en la administración municipal, en armar una estrategia para enviar al
buró de crédito a deudores del predial y eliminar la actitud solidaria del
ayuntamiento ante los discapacitados, viudas, jubilados y pensionados.
El cambio climático y los errores ya cometidos
dejan a la ciudad en una situación de alto riesgo. Y la administración estatal
y la municipalidad no pueden desatender esta emergencia que el día 20 de
septiembre cobró algunas vidas, de las cuales hay dos mujeres cuyos restos no
se han localizado. Una demanda de los ciudadanos hacia la nueva administración
municipal es que su gran proyecto sea el rescate de Culiacán. Que las decenas
de puntos críticos en temporadas de lluvias sean resueltos. No importa que
todas las obras de relumbrón y elefantes blancos brillen por su ausencia, el
Culiacán del futuro lo agradecerá. Estrada Ferreiro tiene la gran oportunidad
de demostrar que con ello contribuirá, sensiblemente, a la cuarta
transformación de México.
Falleció Mario Montijo De la Rocha, solidario
como el que más con la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa.
Cuando nos atrevimos a publicar la Revista Derechos Humanos, desde la imprenta
de El Diario de Sinaloa nos brindó su apoyo. En muchas ocasiones solicitamos de
su consejo y siempre estuvo oportuno. Con su fallecimiento se va un hombre
bueno, un profesional del periodismo y la impresión y un mejor amigo. Descanse el paz don Mario. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscarloza.ochoa@hotmail.com