Bien dice mi madre: sólo hay que vivir
más para ver más. Y tiene mucha razón. Soy partidario del cambio profundo en
nuestro país. He apostado desde hace muchos años porque la cultura de los
derechos humanos alimente las políticas públicas y que el Estado mismo cambie
positivamente en razón de esa cultura. Más de 30 millones de electores votaron
por que el trato a los problemas y a las personas fuera completamente diferente
a como lo habían hecho los regímenes autoritarios. No creí que los funcionarios
locales que personificaron el morenismo en ese
proceso estuvieran exentos de errores, pero tampoco que manifestaran una
refinada vocación por cometerlos.
Y parece que no falta alguno que hasta
el día escoge para cometer las faltas de lesa sociedad, como Billy Chapman, el
alcalde de Ahome, que manda arrestar a la agente de policía Dignora
Valdez López, quien se presentó en el acto oficial del día internacional de la
mujer a denunciar la situación de desigualdad y todo lo que ello conlleva, al
interior de la corporación policial. El arresto por 36 horas con el que “premiaron”
a la joven policía provocó un escándalo en todo el estado, pero ni el tamaño
del desatino invitó al primer edil ahomense a
rectificar. A estas alturas sin rubor alguno nos dice: ─Estoy seguro que
la sanción que se le aplicó a la señora Dignora fue
justa y correspondiente a la normatividad de una institución. El mundo de la
policía no es igual que el mundo de los civiles…
Y para convencer a ingenuos nos dice que
la medida es justa porque le da facultades para hacerlo el artículo 38 del
reglamento de policía municipal. Y hay que refrescarle la memoria que dicho
arresto puede ser legal, de acuerdo al mencionado artículo, pero no
necesariamente justo. Que es el caso. Dignora se
presentó al evento que honra las luchas históricas y presentes de las mujeres a
denunciar la situación que se vive al interior de su corporación. Chapman dice
que el arresto no tiene nada que ver con lo que Dignora
expuso en el evento mencionado, sino porque faltó a sus labores de trabajo. Me
pregunto si su reacción sería distinta si en ese acto Dignora
le hubiera echado flores en lugar de la ácida crítica sobre una situación que
dice desconocer.
Chapman se presume muy
preocupado por la seguridad de los ciudadanos, razón por la que asegura castigó
a Dignora. Pero a través de la denuncia de la agente
conoce ahora la situación interna que lastima los derechos humanos de las
mujeres policías, pero no le vemos que levante un solo dedo (de acuerdo a buena
fuente de información no tiene artritis que se lo impida) para remediar esos
males internos. Es cierto que Dignora no se presentó
a su base en la sindicatura de Topolobampo ese día,
pero nos hizo un gran servicio a toda la entidad de Sinaloa. Su denuncia
representa el sentimiento de todas las mujeres de la corporación policial de
Ahome, y si hay situaciones similares en los 18 municipios, pues se convierte
en la expresión de un coraje contenido de todas las mujeres que con uniforme o
sin él son parte de nuestras instituciones policiales en el estado.
Trascendió en las horas siguientes, que
el Congreso del Estado le pidió al alcalde que suspendiera el arresto y Billy
Chapman ignoró olímpicamente la petición. Sabemos que otras instituciones
hicieron lo mismo, con el horrible resultado conocido. No es la primera vez que
el presidente municipal abre frente con mujeres, hace apenas algunos meses que
la tomó contra su síndica procuradora, con poco sentido de diplomacia, de
caballerosidad y descuidando la buena marcha en que debe desenvolverse la
administración pública. Y vio el enfrentamiento no como asunto de un ring, en
el que se establecen reglas entre los contendientes; sino como un conflicto de
bajo mundo, donde no hay reglasni
límites. La síndica en su momento denunció las amenazas de que fue objeto.
Reitero que soy partidario de cambios
profundos en el país y que los que plantea la llamada Cuarta Transformación son
de mi abierta simpatía, pero estoy convencido de que conductas como las
mencionadas de Billy Chapman no tienen nada que ver con lo demandado por los 30
millones que votaron por AMLO el 1° de julio de 2018 y con los millones que se
han sumado después de esa fecha, procurando un México más humano e igualitario.
Dignora es una heroína
ciudadana. Su conducta y coraje dignifican la corporación policial a la que
pertenece. Las simpatías por su persona no sólo han crecido entre las filas de
policías mujeres y hombres en todo el estado de Sinaloa. Las dos comisiones de
derechos humanos han tomado cartas en el asunto, han solicitado información a
la Policía Municipal y al presidente. Dentro de pocos días veremos el resultado
de su investigación. La sociedad sinaloense, como siempre debe expresar su
veredicto moral acerca de la acción de Dignora y del
castigo recibido por su valentía como mujer y como agente de policía. Propondré
a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, que el próximo 21
de mayo, día en que presenta su informe anual, entregue un reconocimiento a Dignora por sus méritos al valor ciudadano. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com