Comparto mi participación en el acto de
los 53 meses del caso Ayotzinapa.
─Espero que la fiscalía retome la
investigación, no para perdernos en un laberinto de expedientes, sino
fundamentalmente en todo lo que se dejó de hacer. ─dijo Alejandro
Encinas. Antes había dicho que el nuevo fiscal para el caso Ayotzinapa
debe ser una persona que no esté relacionada con las indagatorias del pasado.
Pero retomando las líneas de investigación que dejó pendientes la PGR, el
informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, del Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes, de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos y la alta comisionada de Naciones Unidas.
Lo decimos claro: nos parece una buena
actitud del Subsecretario de gobernación y del gobierno de AMLO. Tienen el
beneficio de la duda de nuestra parte para los trabajos que han iniciado en
torno a la noche de Iguala del 26 de septiembre de 2014. Pero también
reiteramos que por más compromiso que haya de parte de las autoridades para
investigar los hechos, que no se nos olvide que en los detalles de las cosas está
el Diablo. Lo que nos invita a no dejar la movilización en la calle y la plaza
pública, mientras los ojos de toda la sociedad está pendiente de los avances y
tropiezos que tenga la investigación sobre el caso Ayotzinapa.
La Comisión de la Verdad y Acceso a la
Justicia del caso Ayotzinapa ha iniciado sus trabajos. Y lo hará mientras a la par marcha la Comisión
Nacional de Búsqueda de Personas, lo que es muy importante, pues no puede
quedar ningún vacío ni admitirse ninguna distracción sobre el problema de 40
mil desaparecidos a lo largo y ancho de la geografía nacional. Y no dejamos de
repetir que no bastará todo el respaldo jurídico y económico que brinde el
Estado a estos trabajos y las familias agraviadas por el fenómeno de la
desaparición forzada de personas. Hay un ingrediente imprescindible en todas
las causas humanitarias: el respaldo moral de la sociedad. Ese apoyo de
millones y millones de compatriotas que se han interesado por la vida pública a
partir del 1° de julio, es la mejor garantía para superar cualquier valladar
que intente entorpecer la investigación que todos exigimos.
Los padres de los 43 de Ayotzinapa nos dicen que uno o dos representantes de la
Comisión Interamericana de derechos Humanos estarán presentes en México durante
toda la investigación, acompañando las investigaciones
y brindando asistencia técnica tanto en líneas de investigación como en
búsqueda de personas. Y también decimos, esa es una buena noticia.
Recordamos también que el día 23 pasado
y este día se cumple el mes 25 de la desaparición de José Antonio Saavedra
Ortega y Yosimar García Cruz. Los hechos fueron en
esta sufrida capital culichi y ha motivado la
formación y consolidación de un vigoroso movimiento de búsqueda de personas
desaparecidasy el intento de parar esa
ingrata práctica que tanto nos ofende como sociedad. Que todos los familiares
con desaparecidos reciban nuestra solidaridad y el apoyo incondicional para
llevar adelante su noble y sentida causa.
En el marco de los 53 meses de dolor por
la ausencia de los 43 de Ayotzinapa, en esta plaza pública volvemos a insistir que el gobierno de Sinaloa no ha
cumplido con la homologación de la Ley sobre desaparición forzada de personas,
de la Ley de atención a víctimas, la creación de la Ley de protección a defensores
de los derechos humanos y periodistas. Y junto a ello la creación respectiva de
la Comisión local de búsqueda de personas desaparecidas, la Comisión de
atención a víctimas y la Unidad de protección a defensores de derechos humanos
y periodistas. Es una deuda que no admite mayor plazo para cubrirse, pues hay
urgencias por cumplir.
En este breve mensaje les decimos a los
familiares con desaparecidos: no están solos. Y que tenemos un doble reto para
sacar adelante la localización de personas desaparecidas y detener la nefasta
práctica. Ser persistentes ante la autoridad y la adversidad que se nos
presente y buscar una coordinación entre los diferentes grupos y movimientos
que se han formado frente al fenómeno de la desaparición forzada. Si no somos
capaces del mínimo entendimiento y coordinación entre quienes padecemos el
mismo dolor, los enemigos de los derechos humanos encontrarán una y mil formas
de dividirnos y separarnos, lastimando fatalmente nuestra causa y familias. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com