A la memoria de esa pléyade de amigos que se
fueron en estos días: El Llanero Solitito, El Macacho, Joel Díaz Fonseca y otros.
Ciudadano presidente Estrada Ferreiro, quiero
ser coordinador del Tribunal de Barandilla. Es cierto que le había dicho
que no quería puesto alguno en su administración, pero bien dicen que es de
sabios cambiar de opinión. Y yo tengo ahora mis razones para decirle porqué
deseo un puesto, y precisamente ese. Sé que es usted sensible a planteamientos
de los ciudadanos, en especial de sus amigos, por lo que espero una respuesta a
la medida de mis peticiones.
Como usted bien lo sabe, soy un defensor de
derechos humanos desde que Dios era chiquito, y por motivos de mi trabajo
recibo con frecuencia quejas ciudadanas en contra de agentes de policía y de
los jueces de barandilla. Natural es que su servidor y mis compañeros de la
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, busquemos al
coordinador del Tribunal de Barandilla con el fin de buscar un remedio a las
situaciones planteadas. Pero se da el caso que localizar al licenciado Misael
Obregón, el coordinador, es misión imposible.
Por eso quiero ser coordinador, porque creo
llenar todos los antirrequisitos, como el ahora
titular. No le veo vocación para ello y yo tampoco la tengo. A él no se le ve
por el tribunal a ninguna hora y yo tampoco lo haría, se lo prometo. Su
teléfono no contesta cuando urge contactarlo para plantearle las presuntas
violaciones a los derechos humanos de los detenidos y abusos de policías. Su
servidor tiene debilidad por atender todas las llamadas que entran al
celular, pero le juro por esta cruz bendita que a partir de que proteste como
coordinador del Tribunal, no le contesto ni a usted ni a López Obrador.
Le escribo lo anterior por constarme
personalmente su preocupación porque cada colaborador
suyo le guarde lealtad y sea funcionario que dé resultados. Por algo
protestaron guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que emanan de
ella, y tan bien la han guardado (en algún cajón del escritorio o gaveta del locker), que ya no se acuerdan de ellas.
Yo no haría menos señor presidente. Faltaba más.
Sé que los méritos de quien ahora ocupa la
coordinación del Tribunal son insuperables por ciudadanos de a pie como yo,
pero no me negará el derecho a soñar. Quiero pensar como sus colaboradores del
área que los derechos humanos de quienes llegan a barandilla no merecen la atención,
menos su preocupación, aunque reciban un sueldo para cumplir como lo manda el
Estado de derecho y nuestros compromisos internacionales. De antemano concluyo
que no seré invitado a coordinar el Tribunal de Barandilla, pero que conste que
no será porque no acabale los antirrequisitos que
ostenta el ahora ausente o desaparecido coordinador.
Este viernes 8 de marzo, varios eventos
públicos reivindicarán el empoderamiento de la mujer. Es el momento de accionar
las renuncias necesarias para que ello tenga éxitos. El 8 de marzo es el
vértice de todas las luchas y afanes de las mujeres que no se han cruzado de
brazos y que han hecho posible las revoluciones que cambiaron a esta sociedad y
en donde aún hay deudas por pagar en favor de ellas.
Me da mucho gusto compartir espacio y luchas
junto a ellas y que el Congreso del Estado haya abierto una galería donde
destacan Norma Corona, Chuyita Caldera de Barrón,
Lourdes Martínez Huerta, Clarita de la Rocha, María Isabel Landeros, Elsie Cota y Velina León de
Medina. Es el mejor homenaje para cada una de ellas y para el género.
Con orgullo puedo decir que fui compañero de
generación de María Isabel y de Lourdes Martínez Huerta en la lucha
universitaria (la primera persona desaparecida por motivos políticos en Sinaloa),
que estuve desde el primer momento junto a las Madres con hijos desaparecidos
que encabezó doña Chuyita y que acompañé a Norma y a
otros compañeros en la fundación de la Comisión de Defensa de los Derechos
Humanos en Sinaloa. Me alegro por su reconocimiento al igual para la coronela
de la Revolución, Clarita. A quien conocí en casa del sargento Primitivo Ochoa,
veterano también. Lo mismo digo para la maestra Velina
y para Elsie. Espero que la alegría el orgullo
de muchos por esta noticia nos lleve a una mayor
consecuencias en nuestros actos. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com