Yo creo que
todos nosotros podemos más de lo que creemos,
cada vez lo tengo
más claro.
José Saramago
La pandemia obligó al cierre de escuelas
y profundizó los tropiezos del aprendizaje. En los días previos a las andanzas
del Covid-19, la UNESCO sacaba cuentas alegres en materia de educación
elemental, pues contando con 483 millones de niños que sufren serias
deficiencias en lectura, se tenía la firme esperanza que en el 2020 esa cifra
disminuyera a 460 millones de almas sin el dominio del arte de leer. No se pudo
alcanzar esa modesta meta. La pandemia nos obligó al confinamiento, a cerrar
aulas y a experimentar con la educación a distancia.
Las experiencias en este terreno eran
mínimas, sobre todo en los países pobres. Y nos tocó enfrentar la educación a
distancia sin la formación y capacitación suficiente del personal académico,
con la ausencia de un plan educativo que respondiera a una situación como esta
y sin la tecnología mínima necesaria para cumplir la tarea educativa:
computadoras, tabletas o teléfonos receptores en manos de muchos niños, así
como la cobertura deficiente del servicio de internet en amplias zonas urbanas
y su ausencia completa en las zonas rurales del país, pues no se oferta el
servicio donde no es rentable para las compañías.
Y por todas esas razones y otras muchas
de no poca importancia, en lugar de disminuir el número de los niños que no se
llevan bien con las letras, este creció en otros 100 millones de infantes para
quienes empalmar vocales y consonantes, con el fin de darle cuerpo a una
palabra y sentido a un pensamiento, será una tarea poco menos que imposible
realizar. Hoy tenemos 584 millones de escolares con ese problema; lo que se logró
en 20 años de esfuerzo, quedó anulado.
El pasado 29 de marzo, la UNESCO realizó
una reunión en la que participaron 85 ministros de educación, en tres mesas de
análisis. La directora de la institución Audrey Azoulay,
destacó tres grandes verdades: la escuela es insustituible (lo corrobora la
pandemia), necesitamos sistemas escolares resistentes e innovadores para hacer
frente a las crisis y que ninguna pantalla puede sustituir a un profesor. La
protección del docente es esencial dijeron, pero una encuesta arroja que solo
17 de 149 países priorizan a los maestros en la primera fase de vacunación.
Otros 20 consideración a los profesores como grupo prioritario en la segunda
fase de vacunación. Por otra parte, hay 56 países en los cuales no existe
prioridad para los docentes en los planes nacionales de vacunación.
En las mesas de trabajo estuvieron
presentes estas resoluciones: necesidad de que las escuelas sean más
resistentes y flexibles, planes de vacunación e inversiones en salud mental.
Mitigar el abandono escolar: importancia de la equidad y encuentro de fórmulas
de financiación para llegar a los más rezagados. Y la importancia de la
formación y el desarrollo profesional de los profesores, con el compromiso social
de promover el empleo de los jóvenes. Antonio Guterres,
secretario general de la ONU, terminó haciendo un llamado: “utilizar la
recuperación para reducir las brechas educativas, ampliar la conectividad
digital y reimaginar la educación.”
En México iniciará la vacunación de los
docentes y se habla del regreso a las aulas quizá antes de que concluya el
ciclo escolar. El planteamiento mueve el tapete a muchos. El SNTE plantea que
el regreso deberá ser cuando marque verde el semáforo de la pandemia, el
gobierno federal habla que se puede regresar luego de la aplicación de la vacuna.
Pero en medio de la polémica está la actitud permisiva de autorizar la apertura
de playas y centros de recreo en esta semana santa, lo que puede complicar
severamente la situación de contagios. Soñamos con acercarnos a la vieja
normalidad, pero seguimos tentando al diablo.
Los otros males de la pandemia.
Recibimos la siguiente queja en la CDDHS: el pasado 27 de marzo el sinaloense
Ulises viajaba junto a otros jornaleros en una camioneta a la altura del punto
llamado La Nariz, en Sonoyta, cuando fue herido con
arma de fuego por elementos del Ejército Mexicano. Ulises llevaba un magro
lonche y muchas ganas de pasar de “mojado” para trabajar en Arizona, como lo
hacen tantos migrantes en la frontera, porque son tolerados en época de
hortalizas. Era su primer día de trabajo. Elementos del instituto armado
perseguían a otra camioneta y al disparar hirieron a quien era ajeno a esos
hechos.
Sushero de vocación,
Ulises emprendió la aventura de migrar junto a su esposa e hija, con el fin de
procurarles mejor vida. Hoy se encuentra hospitalizado en San Luis Río Colorado
y acusado de portar un arma de fuego. Aún ignora quién será su defensor en un
juicio que se impondrá para justificar un mal proceder de la autoridad, que de
víctima lo convierte en probable responsable de un delito. Tiene dos certezas,
tan claras como graves: la impagable cuenta del hospital y un proceso penal
abierto. Esa fue la bienvenida que le dio el sueño americano el primer día de
aventura y sin pisar suelo extranjero. Dispone de testigos, pero la familia
tiene serias dudas sobre el peso que tendrán en el juicio. Ulises es un pobre sushero sin empleo, migrante y con una familia que no sabe
qué comerá mañana. La Fiscalía General de la República está emplazada a
realizar un verdadero trabajo de procuración, al margen del poder de la
institución acusadora. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com