Hoy se dice que la
pandemia actúa como un revelador,
incluso como un
acelerador, de procesos preexistentes.
Uno de ellos es el
crecimiento de las desigualdades.
MarcelloMusto
La pandemia propone agenda en el proceso
electoral. Pero muchos de los candidatos se muestran remisos ante esa orden del
día que la crisis múltiple que padecemos nos pone sobre la mesa. Hoy, como en
pocas coyunturas electorales de la historia, nuestra situación exige más
calidad y vocación de los pretensos a ocupar responsabilidades públicas.
Lamentablemente muchos de los perfiles no se corresponden con las exigencias
del momento o los intereses apuntan arco y fecha hacia lo que consideran pueden
redituarles ganancias en votos, aunque no aporten ideas y propuestas para
enfrentar la situación presente.
Hay familias que están padeciendo hambre o
al menos apuros económicos que al arranque de la pandemia desconocían. Y junto
a la escasez de todo hay que sumar las angustias que provoca la ausencia de
salud. Los candidatos que han tocado puertas en las colonias populares se
habrán dado cuenta de esto que aquí relatamos. Los hogares donde reina la
miseria huelen a tragedia, eso hasta un bandido de siete suelas como Lucky Luciano lo registra en sus memorias, al volver a LercaraFriddi su tierra de
origen, en la sufrida Sicilia. Espero que la sensibilidad y el olfato de los
candidatos no se quede atrás en esta materia. De no ser así lo lamentaremos
todos.
Visitar Altata
es encontrarse con amigos y familia, pero desde hace meses es imponerse de los
golpes que repartió en esa villa pesquera y turística la inevitable pandemia y
la profundización de la crisis económica. La fluidez de los turistas locales ya
no es la misma, las bandas y conjuntos de músicos se han ausentado y hay nuevas
historias que hablan de desamparo y exclusión social. Doña Delia, propietaria
de un pequeño restaurante, nos cuenta de una pareja que vanamente intenta todos
los días vender algo de su mercancía para alimentarse y alimentar al pequeño
hijo que los acompaña. A veces lo consiguen.
Esos tres seres humanos no son lugareños
ni tienen techo donde pasar las noches. Hay un Oxxo que despliega un amplio
paraguas de playa al frente, allí se refugia del sereno esta desamparada
familia y, en un gesto que todos debemos agradecer, la empresa no retira ese
provisional techo por las noches. ¿Qué pasará con esta y otras familias que
buscan ganarse la vida en Altata y otros lugares en
las condiciones descritas? No faltan buenas personas entre los marisqueros que
les echan una mano a estos ciudadanos que viven tan precariamente, pero a la
larga no puede ser la solución. Más allá de esa elemental solidaridad, ¿qué
hace la autoridad y a qué se comprometen los que hoy enamoran a los electores para
obtener su voto?
Por lo pronto les reiteramos, por aquello
de que nos digan que ya lo saben y que no necesitan de consejos ni bules para
nadar, la salud y los alimentos es una prioridad que la pandemia y la crisis
económica ha vuelto imprescindibles. Hay muchas familias que hoy no tienen
ingresos o estos son insuficientes para sus necesidades elementales. No podemos
fallarles.
Y como nunca terminamos de aprender a
pesar del alto costo de los incumplimientos, los riesgos que hoy corremos por
las concentraciones humanas en centros vacacionales y las que generan las campañas
electorales, nos obligan a voltear hacia la milenaria India, que hoy vive los
días más preocupantes de la pandemia, registrando cifras récord en contagios y
muertes. El miércoles 28 registró oficialmente 362 mil 567 personas contagiadas
y más de 200 mil muertes por Covid-19, lo que llevó a incineraciones masivas a
cielo abierto, pues funerarias y panteones se vieron rebasados en pocas horas.
¿Qué llevó hasta el borde del abismo a la
India? Después de las severas medidas (draconianas se les llamó) de
confinamiento, la primera ola de contagios fue superada sin graves costos en
defunciones, lamentando, eso sí, una caída vertical del PIB de 2020; situación
que golpeó profundamente los niveles de vida, de empleo y de crecimiento
económico. Buscando la recuperación de su lastimada economía, la autoridad
hindú relajó la vida pública y toleró hacinamiento y multitudes, lo que se
convirtió en pasto seco ante el avance de un tremendo incendio y con vientos
que alimentan el fuego.
No es lo único que determinó esa
situación: allí están al menos cuatro de las variantes del Covid-19 más
contagiosas y letales, incluida la local; también contribuye la lenta
vacunación en el universo de mil 300 millones de habitantes. Aproximándose a
Dante, el destacado doctor hindú ShuchinBajaj, describe el entorno: “Es como un infierno. El virus
quema todo lo que toca”. Y los errores de jefes políticos y religiosos han
contribuido al relajamiento de medidas preventivas, pues han promovido
concentraciones y desdeñado los riesgos. Ahora la India y el mundo estamos
consternados. Y en los 15 estados de México donde hay procesos electorales,
estamos con el Jesús en la boca, rogando porque haya prudencia y sensatez en
todos los candidatos. Las grandes concentraciones de ciudadanos pueden promover
votos, pero también los contagios masivos y contribuir a una no deseada nueva
ola de coronavirus. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com