JESÚS MICHEL JACOBO

La más reveladora de todas las historias humanas

es la que está descrita en el rostro de un hombre.

Leonardo Padura

Los héroes y sus aportaciones para que nuestra vida sea más llevadera no pueden ser olvidados. Así lo creo y lo digo en el XXXIV aniversario luctuoso de Jesús Michel. Es muy probable que a Michel no le gustara que una frase así fuera dedicara a él, pues su recia personalidad, arrebatada cuando la adrenalina corría a raudales, escondía en un rincón de su alma una actitud de humildad frente a la valoración ajena de su trabajo y vocación humanista. Pero a la distancia de 34 largos años y de una ausencia tan presente como la causa que le dio sentido a su vida y a la nuestra, muchas cosas cobran  sentido; entre ellas un merecido homenaje.

Siempre he dialogado con Jesús al intervenir frente a la placa que recuerda su caída aquél 16 de diciembre de 1987 y en esta ocasión, sin hacer excepción, quiero ver los problemas de hoy a través del rostro resuelto de Michel y de su mirada que pretende escudriñar hasta la última causa del objetivo que busca. Y no podemos hacer menos, pues como lo dice el escritor cubano Padura, “lo jodido es que cuando menos lo esperas, hasta esos dolores que creías vencidos salen un día de sus fosas y te tocan en el hombro”.

¿Qué dirías Jesús ante el creciente fenómeno de la migración que azota a Centroamérica y El Caribe? El luto y la vergüenza aún visten el territorio nacional ante la tragedia que cobró la vida de más de 55 latinoamericanos en el volcamiento de un trailer que los transportaba. Chiapas es la puerta de entrada de decenas de miles de hermanos centroamericanos y del Caribe que pretenden llegar hasta los Estados Unidos. También es testigo de los primeros tropiezos de un accidentado caminar que muchas veces alcanza la frontera norte y pocas, muy pocas veces, se consigue cruzar la frontera con el vecino del norte. Tú hubieras coincidido con José Luis Pérez Canchola, ese incansable activista que protege a los migrantes que llegan a Tijuana, reclamando una política humanitaria antes que otra cosa.

Esa mirada preocupona y sin paz, Michel, no tendría descanso en estos días de pandemia, pues la tranquilidad y el recreo no son posibles cuando millones de personas en el país no tienen seguridad social y no pocos de ellos perdieron empleo e ingresos, lo que volvió desesperante la situación de sus familias. El Covid-19 cobró muchas víctimas entre esos desempleados y en una masa de mexicanos cuyos ingresos van desde el 0 hasta 7 salarios mínimos, al no tener seguridad social o al no ser atendidos en el sistema de salud pública, buscaron atención en hospitales privados. Las deudas hospitalarias se comieron el modesto patrimonio con que contaban y en muchos de los casos no les alcanzó para saldar la cuenta final.

Y esta maldita pandemia no ha permitido recuperar a plenitud los empleos ni los ingresos, mientras golpea sin misericordia a los más vulnerables, entre ellos a las mujeres (que son las más lastimadas económica y socialmente) y los niños. Basta recorrer algunos cruceros de Culiacán, como el del Obregón y Universitarios, para ver a niños y niñas no mayores de 11 años limpiando parabrisas o vendiendo alguna mercancía de temporada para llevar algunos pesos a su hogar. ¿Eso te parte el alma Jesús?, a nosotros también. Y no encontramos explicación, menos justificación, para que la autoridad municipal no les tienda la mano. Las prioridades de un ayuntamiento son las necesidades primarias de sus conciudadanos. Y, la verdad, es que eso no lo estamos viendo por ningún lado. Soy partidario convencido de la Cuarta Transformación, pero no la concibo con niños en situación de calle, sino en la escuela. Tú querías un Sinaloa lleno de jardines y gente trabajando. Nosotros también.

Tú fuiste periodista y defendiste el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el derecho a opinar y publicar, como pocos. Siguiendo tus pasos la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, emitió un informe sobre la situación que guarda la libertad de expresión el 30 de octubre pasado. Era un llamado de atención, una alerta sobre lo que está pasando, frente al nuevo gobierno que inició el 1° de noviembre. Sabemos que el acoso, las campañas de difamación y las amenazas contra los periodistas no son fáciles de desterrar, pero tampoco queremos que florezcan en el gobierno de Rubén Rocha, que nos costó tanto promover y alcanzar, y cuyos compromisos con los profesionales de la comunicación remiten a la filosofía de que no hay democracia sin prensa libre. Después del informe referido hemos registrado dos nuevos casos: el de Felipe Guerrero y el de José Luis Aguilar “el Papi”. Además de nuestra solidaridad con estos periodistas, esperamos que la Fiscalía General de Sinaloa tome muy en serio estos nuevos hechos.

No estamos viviendo aún la post pandemia y durante un semestre la recuperación económica pareció marchar a buena andadura, pero los tropiezos no han faltado en el segundo semestre y vuelve a asomarse la inflación, a nivel internacional y nacional, anulando las alegres cifras que ya contábamos en el crecimiento económico. La inflación se está comiendo poder de compra, ralentiza la economía y debilita nuestra esperanza. Como tu lo planteabas, hoy reclamamos que la orientación del presupuesto sea para apuntalar una economía sana y con aspiraciones de soberanía, en la que la protección de los sectores más vulnerables sean prioridad. Odiaste la contratación malsana de la de deuda pública, por las consecuencias que ello tiene para las finanzas públicas y porque pagarla pospone el bienestar del pueblo. Por eso reclamamos la renegociación de la deuda pública ilegal, ilegítima e inmoral y la suspensión al pago del servicio de la deuda, para invertirlo en el sistema de salud pública.

Eras enemigo de las injusticias y nosotros no podemos decir otra cosa. El martes 14 pasado, el senador Emilio Álvarez Icaza, informó ante el Senado de su visita al CEFERESO número 16 en el estado de Morelos, donde la activista indígena de Guerrero, Kenia Inés Hernández, tenía ya 423 días presa y 58 días en huelga de hambre. La acusan de ataques a las vías de comunicación: toma de casetas de cobro, pues. Es increíble que el gobierno de AMLO no haya encontrado una solución que no sea la penal para un movimiento social. Por fortuna se formó una comisión de los senadores Emilio y Lucía Meza para buscar los buenos oficios del Secretario de Gobernación, con el fin de que se conceda la reparación del daño y que Kenia alcance la libertad anhelada. Que por el bien de la democracia y de las libertades así sea. Vale.