La miseria da al
hombre extraños camaradas de lecho.
Shakespeare
El día de navidad recibimos queja sobre
la desaparición del basquetbolista profesional Alexis Cervantes Guerrero. Él es
originario de San Antonio, Guasave, Sinaloa. Había jugado el día 21 en Tancítaro, Michoacán. Después buscó trasladarse en camión a
Guadalajara y luego seguir su destino a Guasave. Por incidente en carretera el
camión se regresa y él abordó un taxi. Entre Saguayo,
Michoacán y La Barca, Jalisco, taxista y deportista desaparecieron. Las
autoridades de Sinaloa y de Michoacán hicieron bien su trabajo. Alexis fue
liberado y ahora está con su familia. Enhorabuena por su familia, el deporte y
la sociedad.
Especialistas consultados por el Banco
de México, nos dicen que la inflación no regresará al 3 por ciento soñado para
2021, ni lo hará en los dos años venideros. Será menor al 7.6 de este año que
fenece, pero no menor al 4.3 y 3.7 por ciento en 2022 y 2023, respectivamente.
Por otra parte, el indicador global de la actividad económica del INEGI, nos
dice que en el tercer trimestre hubo una caída del 0.4 por ciento de la
economía respecto al trimestre anterior. Y los meses de octubre y noviembre pasados
no nos hablan de recuperación. La economía no crecerá al 6.2 por ciento como se
pronosticó, sino por abajo del 5 por ciento.
Con las tasas de interés creciendo y los
problemas de crecimiento ya se asegura que no llegaremos al 4.1 por ciento para
2022, sino que nos ubicaremos alrededor de un modesto 2 por ciento. Nuestra
economía no alcanzará el próximo año el valor del PIB de 2018.Sin salir de la pandemia el reto será
remontar las consecuencias del cierre de un millón 600 mil empresas entre mayo
del 2019 julio de 2021, mientras en ese lapso se creaban solo un millón 200 mil
nuevos centros de trabajo. Tenemos un déficit de 400 mil fuentes que generen
empleo. La inversión pública y privada se han
retraído. Y con las nuevas tasas de interés no hay gran estímulo para inversiones
récord.
Para no cerrar el año con puras noticias
que dejan mal sabor de boca, quiero compartir el grueso de lecturas que
disfruté a lo largo de este año que termina. Destaca Julio Cortázar con sus
cuentos completos: dos gruesos e intensos tomos; una serie de entrevistas de
José Saramago con Jorge Jalperín; busqué asomarme al
siglo de Oro español con el Infante Juan Manuel del Conde Lucanor; con Fuente
Ovejuna, El mejor Alcalde, el Rey y El perro del hortelano, de Lope de Vega; La
Celestina, de Fernando de Rojas; con El vergonzoso en palacio, El condenado por
desconfiado, El burlador de Sevilla y La prudencia en la mujer, de Tirso de
Molina; con el Lazarillo de Tormes; con Poesías, Romances, Letrillas, etc, de Luis de Góngora y Argote.
También disfruté Sofía o el principio de
todas las historias, de RafikSchoami,
toda una novedad europea árabe; Si esto es un hombre, de Primo Levi, que nos Hace
vivir los horrores de los campos de concentración nazis; El gato negro, de
Edgar Alan Poe; una serie de ensayos biográficos sobre el general nayarita
Manuel Lozada, contando además el libro Manuel Lozada de Jean Meyer; Concierto
barroco, de Alejo Carpentier; El atentado, de Jorge Ibargüengoitia, que tan
bien retrata esa etapa de 1926-28 en que la Revolución se comió a sus propios
hijos.
Las lecturas continuaron con La tentación
de lo imposible, de Mario Vargas Llosa, todo un interesante estudio de la
gestación de Los Miserables y de la vida de Víctor Hugo; Sueño de una noche de
verano y La tempestad, de William Shakespeare; Antígona, de Sófocles, que nos
remite al eterno debate entre el derecho y la justicia; Hernán Cortés, de José
Luis Martínez, un viejo pero interesante estudio del personaje; Tiempo de
ladrones, de Emilio Carballido, que revive la
historia del Robin Hood mexicano Chucho el Roto; Historias
de familia, de José Alfonso Flores Carrasco; Herejes, de Leonardo Padura, una novela
en búsqueda de la vida íntima y productiva de Rembrandt, su relación con la
comunidad judía de Holanda y los problemas de conductas juveniles que no
simpatizan con el proyecto socialista en Cuba; Timón de Atenas, de Shakespeare,
entre otros.
La pandemia llevó a un grupo importante
de ciudadanos mexicanos, entre ellos destacados intelectuales, al debate sobre
las políticas públicas que atienden todo lo relacionado con la crisis sanitaria y económica. Los análisis han puesto en el
centro de las preocupaciones la orientación del presupuesto federal y muy
particularmente la desproporcionada atención que se presta al pago puntual de
la deuda pública. Han destacado los señalamientos sobre la ilegalidad,
ilegitimidad e inmoralidad de buena parte de la deuda pública, señalándose como
ejemplo el rescate bancario de 1995 y el rescate carretero. Con ese dinero
muchas clínicas y hospitales se hubieran construido y equipado. Y muchas vidas
que perdimos seguirían junto a nosotros. Lecturas obligadas resultaron varios
ensayos sobre la deuda pública, derecho a la salud y, desde luego, las
resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El año 2022 demanda con urgencia
preparar la lista de libros que por placer y por deber tendremos que leer.
Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com