Incertidumbre y pobreza han sentado
plaza en el relleno sanitario de Culiacán. La llegada de un gobierno municipal
que se reivindica como morenista no cambió para nada
la suerte de 502 pepenadores de la basura, pues ni hay una visión democrática
sobre el manejo y la administración de la basura que genera la ciudad, ni hay
un mejor trato hacia los trabajadores de la pepena. Y como si todo eso fuera
poco, al despuntar este 2022 reciben como regalo la noticia de que se
privatizará el servicio de la basura y también el relleno sanitario.
En una situación un tanto desesperada la
Cooperativa de pepenadores hizo llegar un pliego de peticiones al presidente
municipal la semana pasada, en el que demandan la firma de anuencia para seguir
trabajando en el relleno y el establecimiento de una mesa de diálogo para
tratar los asuntos centrales pendientes. Para reforzar la petición el lunes 17
realizaron una marcha de la Plazuela Obregón al Palacio Municipal y tomaron la
avenida Obregón. Allí permanecieron hasta este miércoles 19 en que se llevó a
cabo el diálogo demandado.
Resulta de antología la reunión entre el
presidente Estrada Ferreiro y los pepenadores. Lo es no sólo por la asistencia
masiva de la prensa, de regidores, de diputados, de pepenadores y de jefes de
seguridad, incluido un representante de la Guardia Nacional. Teniendo a mano el
pliego petitorio, por lo demás claro en las demandas, el presidente no entra a
dar una respuesta, le interesa que antes hablen los pepenadores, deseando el
error o la equivocación en los planteamientos, que le puedan justificar una
respuesta que poco cuida las formas del discurso y que es una pretendida manera
de tomar el control en las negociaciones.
Al final, muy a su manera y luego de
obligarnos a escuchar sus mal hilvanados regaños y peor organizadas ideas sobre
el funcionamiento del servicio público de la basura y el desempeño
de la administración pública, aceptó el pliego petitorio, bajo la poco amable
reiteración de que, “cumpliendo con una norma internacional”, habrá concesión a
una empresa privada de la recolección y trato de la basura en el relleno
sanitario. Dentro del planteamiento de la empresa ficción, asegura que quedarán
empleados los que hoy trabajan en aseo y limpia y los pepenadores, con un
salario de ¡20 mil pesos mensuales! Para Ripley.
Confieso que en mi larga vida de
activista no había sido testigo de tanta falta de respeto a las instituciones y
a la dignidad de las personas, como en la reunión de marras. Alfonso G.
Calderón era mal hablado, pero no grosero con sus interlocutores; Antonio
Toledo Corro dominaba el vocabulario del gambusino y del arriero, pero se
cuidaba de lucirlo en las reuniones públicas. Lamento mucho que el recinto que
otrora fue el Seminario Tridentino, donde impartieran cátedra los ilustres don
Lázaro de la Garza y Ballesteros y don Pedro Loza y Pardavé,
ahora se hirieran nuestros oídos con palabras altisonantes, a falta del más
elemental recurso retórico que nos heredaran Enrique Félix “el Guacho”, Chuy
Andrade y Eulogio Guerra Aguiluz “el Locho”. ¿Dónde
están Inés Arredondo y Alva de Acosta?
Por lo demás, espero que a los
pepenadores y a nosotros nos quede muy claro que el cooperativismo no es una
institución social en abierto fracaso. Hay más de 3 millones de empresas en el
mundo con este sello. Hay regiones enteras que son símbolo de éxito económico y
social, como la Región Vasca en España. En nuestro país el estado de Puebla es
el ejemplo de nuestros días, pues en los dos últimos años se han constituido
109 cooperativas de economía solidaria, ahora hay 569 empresas sociales de ese
tipo.
¿Por qué entre los gobernantes locales
se sigue creyendo en que la salvación para los servicios públicos es la empresa
privada? Y se busca justificar en que se tienen que atender normas
internacionales. Creo que la iniciativa de AMLO sobre la reforma eléctrica va
contra los compromisos internacionales que establecieron los gobiernos
anteriores y en el caso de Culiacán se propone marchar a pie juntillas en la
idea de privatizar los pocos servicios que siguen siendo públicos. Acá no se
escuchó el mea culpa de Emanuel Macron,
presidente de Francia, cuando al venirse encima el mundo de la pandemia,
reconoció que el peor error antes del Covid-19 fue privatizar los servicios
públicos.
En homenaje a la primera y segunda
generación de pepenadores de Culiacán diremos: que hay una invaluable
experiencia en el manejo de la basura, que garantiza una base sólida para
establecer una cooperativa que dé un servicio integral a nuestros residuos
cumpliendo con las normas internacionales, y, de paso, dignificando su
existencia con ingresos mejores y prestaciones sociales. Hay varios adultos
mayores y mujeres jefas de familia que reclaman un trato más humano de las
autoridades. Tenemos expertos en cooperativismo como Enrique Díaz Terán,
científicos ecologistas como Joel Retamoza y Melchor Peiro y un racimo de economistas y abogados de alto nivel,
que son garantía para un buen proyecto de manejo e industrialización de la
basura. Falta sensibilidad de la autoridad y gestionar recursos públicos para
el proyecto. Recursos públicos para la economía social, no dineros privados que
se adueñan de nuestros servicios públicos con puro afán de ganancia. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com