A pesar de todas
las conquistas técnicas la triunfadora
es aún siempre, en
el fondo, la naturaleza y no el hombre.
Carlos Marx
Sin salir aún de la pandemia y de la
crisis que se le adelantó, seguimos sin aprender sus lecciones. ¿De qué estamos
hablando? Del Modelo de vida (sistema económico) que muestra ser un fracaso. Ni
puede retomar el trote de viejos tiempos que le permitía crecer por encima del
3 por ciento, condición insustituible para soñar en la economía del bienestar,
ni tiene el menor miramiento hacia el medio ambiente con tal de sobrevivir.
Siempre tuvo como divisa mantener una tasa de ganancia en equilibrio. Nunca lo
logró más allá de coyunturas en sus ciclos económicos y la gran contradicción
fue que sus mejores tiempos los vivió cuando la clase obrera alcanzó niveles de
vida históricos. Hoy las recaídas de sus males son más frecuentes y más
dolorosas.
El Modelo de vida durante el período
neoliberal (los últimos 40 años) centralizó la conducción (y el número de
beneficiarios) en el mundo. No rebasa el centenar de firmas de quienes deciden
la vida y milagros de los 8 mil millones de seres humanos. Los tímidos, pero
anhelados objetivos de la Agenda Mundial 2030 se han ido al traste. Con
tropiezos de las economías y caras agrias del Banco Mundial, del FMI y de la
OMC, la pobreza extrema disminuyó su crecimiento hasta antes de la pandemia. A
partir de allí banqueros y monopolios internacionales retoman el crecimiento de
las ganancias, mientras la miseria y la exclusión social avanzan incontenibles
entre los pobres y los sectores que empobrece el coronavirus.
Una víctima de primer orden del Modelo de
vida es el medio ambiente, que se encuentra en terapia intensiva. Considerando
el menosprecio de las grandes empresas hacia la naturaleza y el interés de
algunas de ellas por hacer negocio con la basura que generan las ciudades, debe
prender las alertas de los cabildos, los congresos de las entidades y de la
sociedad. Urge legislar sobre la materia, bajo los principios de respeto a la
naturaleza; de la economía circular que busca reusar los recursos metálicos,
plásticos, vidrio, derivados de la madera, y de origen orgánico; concretando la
dirección de esos procesos en el marco de la llamada economía social y
solidaria o economía del trabajo.
Reiteramos que no se debe permitir la
privatización del manejo de los residuos sólidos (basura), porque el único
motor que mueve al capital privado es la ganancia, no el cuidado al medio
ambiente ni reciclar adecuadamente los recursos disponibles. Es más, los
proyectos que les han presentado a los ayuntamientos sinaloenses no van más
allá de incinerar la basura, que también siembra consecuencias nefastas, sin
aprovechar los recursos disponibles.
Si hemos de asumir las lecciones que nos
dejan el neoliberalismo y la pandemia, partamos de la sabiduría del Artículo
115 Constitucional y de las aportaciones que hacen las experiencias de la economía
social y solidaria o economía del trabajo en otras coordenadas del mundo y en
nuestro país. Hay toda una vida de los trabajadores de aseo y limpia, y de
pepenadores, dedicada a la recolección, transporte y reciclado de materiales.
¿Cuál es el papel de las políticas
públicas? En primer lugar, no puede haber un divorcio entre el cuidado que
merece la casa de todos (naturaleza) y el trato a la basura que generamos; más
aún, si los residuos sólidos son riqueza generada por toda la ciudadanía, es un
patrimonio público, cuyo beneficio no debe privatizarse, sino dignificar la
vida de los trabajadores de la basura y a sus familias. Generaría más empleos,
mejor pagados y con las prestaciones de ley que hasta ahora no hemos
garantizado a estos trabajadores esenciales, pero ubicados en la precariedad
laboral y de ingresos.
La Alianza Ambientalista Sinaloense, la
Cooperativa de Pepenadores Progreso de Culiacán y la Comisión de Defensa de los
Derechos Humanos en Sinaloa, consecuentes con la promoción del derecho humano a
un medio ambiente sano, a una ciudad sustentable y al trabajo digno para todos,
están convocando al I Foro Estatal Gestión Integral de la Basura: Privatización
o Economía Social, para el próximo día viernes 26 del presente mes, en el
Casino de la Cultura, desde las 10 am.
Los tiempos no han sido fáciles, sobre
todo estos años de neoliberalismo y de pandemia. Para todos debe quedar muy
claro que existen tres tipos de empresas: las de carácter privado, las públicas
y las sociales. Las primeras (sobre todo bancos y transnacionales) han llevado
al colapso, a la grave situación que vivimos en materia económica, política,
social y ambiental. Las segundas y terceras están llamadas a salvar la
situación que se vive con el presente Modelo de vida, porque la naturaleza de
las empresas públicas es buscar los equilibrios económicos y la justicia social,
y las empresas sociales son el único ente que reconoce al ser humano como
sujeto y fin, Y busca una relación dinámica y equilibrada entre la sociedad, el
Estado y el mercado. Si alguna iniciativa nos acerca a la Agenda Mundial 2030,
es la de Economía social y solidaria. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com