—Si no pueden cumplir, renuncien. —Fue la
desesperada expresión de más de una madre con hijo desaparecido ante
funcionarios de la Fiscalía General del Estado. Fuimos convocados para marchar
desde ese querido referente culichi que llamamos Catedral hasta las
instalaciones de la Fiscalía. Allí estuvieron muy puntuales las combativas
madres del colectivo Sabuesos Guerreras y un poco después se integró otro grupo
de familiares que se identificó como Madres en Lucha. Cerca de 150 personas
iniciaron una activa marcha por la calle Ángel Flores hacia el poniente. El sol
era abrasador, pero los ánimos de los familiares se hacían sentir en las
consignas y reivindicación de los nombres de los seres queridos que no
regresaron a sus hogares.
Antes de subir al Puente de la avenida
Teófilo Noris algunos manifestantes comenzamos a sentir un sol de canícula, que
por momentos aliviaba un tímido aire fresco nacido de la cercana confluencia de
los ríos Humaya y Tamazula, pero cómo quejarse de los inconvenientes del clima,
cuando doña Concepción Araujo, en su silla de ruedas, seguía el ritmo de la
marcha y los gritos de sus incansables compañeras. Conchita dejó el cansancio
en su casa o en la Plazuela Obregón, porque allí la vimos participando con más
entusiasmo que muchos de nosotros. Y nos fuimos acercamos a la Fiscalía General
con ese marco de coraje y ganas de reclamar la presencia de los familiares
desaparecidos.
No estaba Sara Bruna Quiñones, la Fiscal
General, en la audiencia prometida antes de la marcha. —Tampoco estuvo el año
pasado. —Recordaron varias de las Sabuesos Guerreras. En su lugar hicieron
presencia el licenciado Dámaso Castro, Vicefiscal General; el licenciado Luis
Alfonso Salazar, Vicefiscal para Derechos Humanos; el licenciado José Luis
Leyva Rochín, Fiscal Especial para la Desaparición Forzada de Personas y la
licenciada Cindy Fuentes, Jefa de Servicios Periciales. A ellos les tocó
enfrentar la tormenta en que se convirtió la larga audiencia que concluyó
después de la una de la tarde.
Las señoras de Madres en Lucha se
quedaron paradas en el auditorio de la Fiscalía, había cierta desesperación y
ansiedad por ser escuchadas. Las madres de Sabuesos Guerreras, convocantes a la
manifestación y con presencia mayoritaria en el evento, mostraron gran madurez
y prudencia, permitiendo que tomara primero la palabra el colectivo Madres en
Lucha. En sus participaciones estas dijeron una y otra vez que han puesto en el
escritorio de los MP santo y seña de los presuntos responsables de varios
casos, sin consecuencias.
Las Sabuesos Guerreras no hicieron
menos. Algunas señalaron que tenían más de cinco años buscando a sus seres
queridos, otras compartieron que desde 2012 iniciaron las búsquedas de sus
hijos desaparecidos. También les dijeron a los funcionarios que habían aportado
una y mil pruebas sobre los casos denunciados y que tampoco conocen avances en
las carpetas de investigación. Leyva Rochín replicó en un solo caso que había
orden de aprehensión.
La marcha y la audiencia se llevaron a
cabo en el marco de acoso y vigilancia muy estrecha en contra de las ciudadanas
María Isabel Cruz Bernal y Belinda Aguilar. Es cierto que la acción de la
Secretaría de Seguridad ubicó a uno de los dos jóvenes que realizan esa nefasta
actividad de intimidación, pero la conclusión a la que llegó la autoridad no
aporta mucho en el caso, pues termina diciendo que nada tenía que ver el joven
detenido con lo que se le señala. El miedo y los nervios ya no son sólo para la
humanidad de María Isabel y Belinda, ahora lo padecen todas sus compañeras de
lucha y de paso todos los ciudadanos que estamos pendientes de la suerte de
esas compañeras y del movimiento por la presentación de los desaparecidos.
Por lo demás, si bien el licenciado
Dámaso Castro, Vicefiscal General, planteó desde el inicio de la audiencia que
esta era para escuchar, con todo respeto repitió una y otra vez, las denuncias
y comentarios de los familiares con desaparecidos. Sí escucharon, aguantando el
chubasco de críticas y reclamos, y tomaron notas de los casos señalados, pero el
compromiso no va más allá de continuar y profundizar en las investigaciones. No
faltó quien preguntara para cuándo se tendrían resultados de lo que se estaba
reclamando. No tuvo respuesta. El abandono del espacio de la mayoría de los
asistentes antes de que terminara la reunión habla de un descontento de los
familiares. El sabor que les quedó de la reunión no es el mejor.
¿Qué debe hacerse? La Fiscal les debe
una disculpa a las madres con hijos desaparecidos por no haberlas atendido
personalmente, sobre todo en un 10 de mayo, como era su compromiso. La palabra
empeñada es como la espada que lanzó Guadalupe Victoria al campo enemigo
durante la toma de Oaxaca: la arroja en prenda, pero va por ella. Después de
esta jornada, reiteramos la exigencia de que el Estado mexicano ponga la debida
atención a lo que hemos señalado como crisis humanitaria desde 2017: los
niveles de homicidios, desplazamientos internos y desapariciones forzadas. Urge
voluntad para abatir esos delitos. Urge una estrategia integral en el país para
detener especialmente la desaparición forzada. Sin ello, sólo iremos detrás de
estos delitos. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com