Los
días jueves nos traen escalofríos a los culiacanenses,
por
los culiacanazos y por las incertidumbres de este 25 de julio.
Mujeres de Los
Mochis marcharon este jueves pasado contra la violencia. La Comisión de Defensa
de los Derechos Humanos en Sinaloa las acompañó en su caminar por las calles de
la ciudad exigiendo que las autoridades de prevención realicen el trabajo necesario
para evitar la repetición de los hechos denunciados por esas mujeres. Los
medios nos han informado que en las últimas semanas jóvenes de esa parte de la
geografía sinaloense han sido privadas de la libertad, algunas desaparecidas y
otras violadas y luego liberadas. En uno de los casos la joven mujer llevada a
su pequeño hijo con ella.
La pequeña
marcha partió de las instalaciones del Palacio Municipal y recorrió algunas
calles y avenidas hasta arribar al edificio de la Vicefiscalía de la Zona Norte
del Sinaloa. La hora de arranque era temprana, apenas las 9 de la mañana, pero
con un sol y un calor arrancado de los momentos más sobrecogedores de la Comala
de Juan Rulfo. No faltaron las personas que se disculparon por no asistir poniendo
como referencia de inconveniente la expresión fuerte de la canícula que tomaba
por asalto las bonitas, pero reverberantes calles de Los Mochis. Así arribamos
a la Vicefiscalía, que por su orientación y los floridos tabachines al frente,
uno encuentra durante todo la mañana un oasis de sombra que invita al abrigo del
sol y del calor.
Es importante
destacar que se sumaron a la marcha y al plantón frente a las oficinas del
Ministerio Público, damas muy importantes como Josefina Carrillo Grajeda, madre
de Javier Maximiliano, que estuvo en calidad de desaparecido y recuperado después
de 16 días de intensa lucha; también asistió la activista Camelia Anaya, del
pueblo de Ruiz Cortines, Guasave. El grueso de las mujeres que marcharon tienen
familiares desaparecidos. Durante la marcha hubo consignas contra la violencia
hacia las mujeres y el reclamo de regreso de los desaparecidos.
En el mitin se
solicitó hablar con el licenciado Isaac Aguayo, Vicefiscal de la Zona Norte. Estaba
de vacaciones, pero el encargado del despacho recibió a una comisión de las
mujeres manifestantes. Pasaron cuatro de ellas y exigieron un informe de las
carpetas que contienen los casos de las mujeres que han desparecido y fueron
violentadas de diferentes maneras. Se les dio información de los casos
registrados desde hace seis meses a la fecha. En tanto, con el calor y la
resolana que se sentía por el pavimento de la avenida, los manifestantes se
mantuvieron a la espera de la información que la comisión traería del diálogo
con la autoridad de la Vicefiscalía. La gran enseñanza de la actividad de ayer
es que cuando se presentan problemas graves en la seguridad, sobre todo los que
han afectado a las mujeres del norte de Sinaloa, hay que salir a la calle y exigir
justicia plena para los casos registrados y detener cualquier acción violenta
que altere la paz y tranquilidad en nuestras comunidades.
Cuando
regresábamos de Los Mochis nos llegó la noticia de la detención de Ismael
Zambada García. El hecho por sí solo abre una cauda de incertidumbres para
Sinaloa. Sin conocer detalles todo mundo se abocó a pensar en las consecuencias
que ello provocaría en las calles. No era para menos, pues en dos jueves negros
de otros años habíamos sufrido de los culiacanazos en los que hubo una altísima
cuota en la pérdida de vidas de civiles y uniformados y que concluyeron con la
captura de Ovidio Guzmán. Entramos a Culiacán con el temor de que hubiera
acciones que alteraran la paz habitual de la ciudad. Por fortuna no hubo tal
cosa.
Por la noche comenzó
a correr la mala noticia de que Héctor Melesio Cuén Ojeda fue asesinado. Con
todo el galimatías de problemas que enfrentaba en estos días, lo menos que
esperábamos era enterarnos que había perdido la vida. Héctor Melesio era un
personaje de controversia, hiperactivo en la vida pública, pero no se le podía acusar
que fuera proclive a la violencia. Por todo ello es una gran pérdida no solo
para su familia y sus amigos, lo es también para Sinaloa y el país. En los
últimos días creo haber leído una queja de su parte porque le habían retirado
la escolta que traía. No sé si se la repusieron o no, pero no estuvieron
presentes en el momento en que lo necesitó.
Dos temas abren
el horizonte sinaloense con muchas dudas de lo que puede suceder en corto y
mediano futuro: la inseguridad que puede profundizarse en todas las aristas de
la vida pública a partir de la coyuntura que pare el jueves 25 pasado con la
captura o entrega pactada de Ismael Zambada. La llegada de 200 elementos del
Ejército mexicano no deja de ser un indicativo de que la vida pública puede
registrar movimientos de grupos armados y alterarse los débiles equilibrios que
se guardan entre ellos. Ojalá y todo quede en medidas de carácter preventivo.
El otro tema es lo que deja la muerte de Héctor Melesio Cuén. El marco en el
que muere es con un ambiente político de alta tensión, pues en los últimos
meses el desencuentro entre el gobierno del estado y las autoridades
universitarias se ubicaba en máxima alerta.
Y como una
figura central en ese desencuentro lo era Héctor Melesio, ya ha dado materia
para que no pocos hagan a un lado las primeras versiones oficiales sobre el homicidio
de Cuén Ojeda y empiecen a especular sobre una presunta responsabilidad de la
autoridad estatal en la caída del exrector de la Universidad Autónoma de
Sinaloa. Es un momento muy delicado para Sinaloa. La Fiscalía General está
obligada a trabajar como nunca lo ha hecho en los asuntos que le son propios.
La investigación que nos debe no puede demorarse como en casi todos los casos,
debe ser muy transparente y los resultados tendrán que ser y parecer
contundentes. La paz y la tranquilidad de Sinaloa lo merecen. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com