Da
al niño, con tu angustia rebelde, tu humana voz…
Regino Pedroso
De nueva cuenta
la tragedia toca los campos agrícolas. De nueva cuenta el dolor visita a Ruiz
Cortines. De nueva cuenta las cuarterías donde se hacinan jornaleros y padecen
mil privaciones sus pequeños y vulnerables hijos. Una, otra y otra vez las
miserables cuarterías vuelven a ser cuna de agonías sin fin. Y ante la muerte de
la bebé Karen Gregorio, de apenas ocho meses, sólo nos ha quedado gritar en un
silencio anegado de lágrimas el grave canto de Manuel FelipeRugeles ante la desamparada partida de sus
hermanos de raza: “Tu muerte en mitad del alba/ sin pájaros ni luceros.”
Extraoficialmente
sabemos que Karen sufrió de una neumonía que se le complicó por una
intoxicación, luego de que la cuartería donde vivía con sus padres fue fumigada
por personal de la Secretaría de Salud. La Comisión de Defensa de los Derechos
Humanos en Sinaloavisitó el centro de
la tragedia y luego de documentar el caso ha iniciado la solicitud formal de
información de parte de la Secretaría de Salud, de la Fiscalía General del Estado
y de la Dirección del Trabajo. Resulta de vital importancia solicitar esta
información porque ello nos permitirá enseguida emitir una amplia recomendación
a las instancias mencionadas y retomar los casos anteriormente registrados en
las cuarterías de Juan José Ríos, de los que no se conoce públicamente
consecuencia alguna de las carpetas de investigación que se abrieron.
De la cuartería
ubicada entre las calles Rafael Buelna y Antonio Sotelo de Betanzos, de Ruiz
Cortines, no se agotan las angustias en el caso de Karen, pues su hermana Becky
de dos años y dos niños más fueron ingresados a hospitales en estado grave de
salud, después de la mencionada fumigación, de acuerdo a testigos de esa
concentración humana. Todo este marco de cosas pone a cualquier persona en un
predicamento. A cualquier persona, aunque creo a las instancias que les
corresponde estar al pendiente de la situación que se vive en dichos lugares,
no les incomoda mucho.
Es inexplicable
que el Director del Trabajo, Ascensión Zepeda, siga nadando de muertito en su
oficina, sin responder siquiera los oficios de información que se le han
enviado desde la CDDHS. Y si no ha respondido estos, menos la Recomendación que
le hicimos llegar con motivo de la tragedia vivida en Juan José Ríos. También
es inexplicable que ni el Congreso del Estado lo haya llamado a comparecer para
que explique la situación que se vive en las cuarterías de Ruiz Cortines y de
todos los valles sinaloenses y que informe, desde luego, qué diablos ha hecho y
dejado de hacer en los centros de trabajo donde la subcontratación y los abusos
en materia laboral florecen a ojos vista de los funcionarios del trabajo. ¿Qué
pasará también en la Secretaría de Gobierno que no llama a cuentas al
funcionario caro y negligente?
Es natural y
legítimo que los sectores interesados en lo que pasa con los jornaleros
agrícolas volvamos la vista hacia la Secretaría de Salud, para preguntar qué
pasó en el comportamiento del personal de esa secretaría después de la amarga experiencia
de las cuarterías de Juan José Ríos. Nunca se hizo pública si es que hubo
alguna sanción contra patrones o personal sanitario que dejó correr la
situación ya conocida y cobró la vida de algunos infantes, mientras el resto
que completaba la cifra de 70 padecían de múltiples afecciones, algunas de suma
gravedad. Después de lo registrado de nuevo en Ruiz Cortines, digamos: no se ha
aprendido la lección.
Y qué decir a
estas alturas de la Fiscalía General del Estado. Tampoco se ve que haya ido muy
lejos en las investigaciones sobre los hechos pasados en Juan José Ríos y surge
un enjambre de dudas sobre lo que pasará con la presente situación en Ruiz
Cortines, pues si luego del encabronamiento expresado de la ciudadanía terminan
apostando a que luego sucederán otros acontecimientos tan graves como los
señalados y que la atención pública se desvíe a ellos, todo se convierte en una
simulación que tiene al menos como consecuencias la decepción de una autoridad
que en un principio creímos que respondía a las expectativas creadas y, por lo
demás, deja la peor huella que una institución puede heredar: muertos y
enfermos por razones de pobreza, exclusión social y abierta negligencia
oficial.
El gobernador
Rubén Rocha debe revisar la política que su gobierno aplica en materia de
Salud, de trabajo y de procuración de justicia. Algo no está funcionando bien.
Todos recordamos que cuando sucedió lo de Juan José Ríos buena parte del
gabinete, incluido el mismo gobernador, hicieron presencia en aquel lugar que
no ha hecho honor al activista de la Huelga de Cananea. Se atendió parte de la
emergencia, como lo vimos todos, pero lo dicho y las líneas que se ordenaron a
seguir no han pintado las huellas esperadas. Si no ¿cómo explicamos lo de Ruiz
Cortines?
La sociedad
civil organizada no puede seguir en una inercia que la mantiene un tanto
apática de lo que sucede a su alrededor. Y en ese universo social las
comisiones de derechos humanos debemos cumplir una misión muy importante, pues sin
una cultura de derechos humanos no hay una guía segura sobre las metas a seguir
a corto, mediano y largo plazo y, desde luego, sin los principios en materia de
derechos humanos no hay un ancla firme en los atajos y las grandes avenidas por
las que se desplaza esta cultura, que es una de las más altas y nobles
conquistas desde la aurora de civilización humana. Cuestionar a las instancias
laborales, visitar de manera sistemática los campos hortícolas, publicar los
resultados de las visitas y cuestionarios puestos en manos de las autoridades
laborales y emitir un informe sobre los hallazgos encontrados en los campos agrícolas,
serán una interesante aportación de nuestra parte. No terminemos aceptando que
Sinaloa sea la tierra Donde la vida resbala/ sobre frases de natilla/ y
suculentas metáforas, como se lamenta el poeta Luis Palés Matos. Vale.
Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/ Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com